La historia de casa doñano, "la casa del indiano" como la conocen los más ancianos del lugar, es la historia de todas las construcciones coloniales que, a principios del siglo xix se fueron prodigando en muchas "leiras" familiares -por aquí y por allá- en Ggalicia. Algunas de ellas son réplicas exactas de la arquitectura caribeña, mientras que otras se adaptan a la tierra sin olvidar los elementos característicos de aquéllos lugares. los espacios interiores, las amplias salas abiertas, los colores, los olores y las formas...
En el último tercio del siglo xix, un joven aldeano de solo 16 años llamado jesús millares decidió como otros tantos jóvenes de aquella época cruzar el océano en busca de fortuna.
La consiguió trabajando duro desde lo más bajo y cosechando una fortuna de las más importantes de cuba dedicándose al negocio del carbón. No olvidó por ello su aldea natal y regresó a vilela como tantos “indianos” comprando un gran terreno y construyendo una casa a la que cada año volvía para vivir un mes en ella.
Por esta razón a él le llamaban don-ano (del gallego don= dueño y ano= año) que con el tiempo se transformó en doñano. en la casa se instaló junto con algunos compañeros tropicales y según la voz vulgar con una bella muchacha a la que naturalmente los habitantes de vilela llamaron “la mulata” aunque no es seguro que lo fuera.
En 1914 murió jesús millares en la habana y sus descendientes se repartieron la propiedad y unos 20 años más tarde, uno de ellos, manuel millares, compró a los otros herederos sus respectivas partes y consiguió dar unidad a la posesión. Pero no pudo sostener los gastos que ello producía y tuvo que ir vendiendo algunos enseres y finalmente la casa en 1961 pasó a otras manos por sólo 60.000 pts. la casa estaba abocada al abandono y no era más que muros viejos y tierra sin cultivar……
Sólo los silenciosos muros y la memoria de los habitantes de vilela mantenían vivo el recuerdo del esplendor que en su día se vivió en la casa de don-ano
TEMPORADA ALTA
( 22/ 12 al 07/01 - 14/ 03 al 23/03 - 1/ 05 al 04/05 - 01/07 al 15/09 ):
- Doble standar: 125 €
- Doble especial: 150 €
- Doble standar uso individual: 125 €
- Cama supletoria: 35% del precio de la habitación
TEMPORADA BAJA (Resto del año):
- Doble standar: 110 €
- Doble especial: 136 €
- Doble standar uso individual: 98 €
- Cama supletoria: 35% del precio de la habitación
AMBAS TEMPORADAS:
Desayuno: 13 € pax. y día
___IVA INCLUIDO__________________________
*Las instalaciones no están adaptadas para niños
Si necesita más información o desea efectuar alguna reserva, no dude en ponerse en contacto con nosotros:
María Rosa Fisas, teléfono: 982 137 429 - 610 415 894.
- Latitud:43º 30' 35'' N
- Longitud:7º 5' 58'' W
Viniendo por la carretera de La Coruña, N 640, antes de llegar a Ribadeo tomar el desvío a Santa Cruz, seguir por esta carretera, LU-133, y sin dejar la carretera seguir hasta pasado VILELA dónde aproximadamente a unos 2 KM está el desvio señalizado a CASA DOÑANO. Viniendo desde Asturias llegar a la rotonda de entrada a Ribadeo, y seguir hacia el camino de Sta Cruz, seguir por esta carretera (LU-133) y sin dejar la carretera seguir hasta pasado VILELA dónde aproximadamente a unos 2 KM está el desvio señalizado a CASA DOÑANO
Los castros y las mamoas encontrados en la comarca hablan de antiguos asentamientos poblacionales. De entre ellos destaca la famosa "Diadema de Ribadeo", preciosa joya de orígen céltico, cuyos fragmentos se encuentran repartidos entre el Museo del Louvre de Paris y el Museo Arqueológico de Madrid.
Pero la historia de la villa de RIBADEO como tal no comienza, sin embargo, hasta el año 742 cuando el Rey Alfonso I decreta su creación en el lugar hoy conocido como Vilavella y desde donde se trasladó, hasta su actual emplazamiento, en 1182. Fué entonces cuando, por órden también del Rey Fernando II se constituye en este núcleo poblacional la primera sede episcopal mindoniense, lo cuál dice mucho acerca de la importancia que ya desde antiguo tiene Ribadeo, hoy considerada la principal ciudad de la ría y de toda A Mariña Oriental.
El puerto y sus astilleros contribuyeron enormemente a incrementar este protagonismo histórico. Ya desde el siglo XIII, por sus situación geográfica y por la amplitud a la vez que recogimiento de su ría, este punto cartográfico jugó un papel definitivo en la defensa de la Costa Cántabra. El ataque inglés del año 1719 centró pués su ensañamiento contra esta ciudad, que perdió entonces sus fortalezas frente al enemigo.
Pero su acercamiento al mar no sólo fué orientado a la defensa sino también al comercio. A finales del siglo XVIII y principos del XIX se autorizó la importación directa con el Norte de Europa y América, lo que atrajo a la ciudad a muchos e importantes empresarios asturianos que fijaron en Ribadeo su residencia. Fué sede de la Aduana provincial hasta principios del siglo XX, con todo lo que éste trasiego de mercancías implica.
El comercio, la pesca, el turismo y las actividades de ocio, son hoy día las principales fuentes de ingreso en la villa marítima más oriental de Galicia, que sigue ejerciendo una atracción histórica sobre su entorno y sobre las comarcas del occidente asturiano.