Cal Bardolet se remonta al s.XVI, construida en el centro de Borredà, enfrente del Ayuntamiento y al lado de la iglesia de Santa Maria, posición privilegiada para albergar habitaciones, todas con su propio baño, tanto las dobles como las suites.
Asimismo, al disponer de dos comedores nobles y salas de estar restaurante, barbacoa y porche, hace que la organización de celebraciones sociales y de empresa sean todo un éxito.
Cal Bardolet se ha rehabilitado disponiendo de 1.500m2 con todas las comodidades y confort de hoy en día, además de disfrutar de un gran jardín privado y dos amplias terrazas con vistas a la montaña.
- Latitud:42º 8' 10'' N
- Longitud:1º 59' 40'' W
Borredà es un municipio de 500 habitantes, situado entre la montaña y el llano, que se extiende (43,60 km2) entre las comarcas del Berguedà, el Ripollés y Osona. La mayoría de las carreteras y caminos que conducen a Borredà, concretamente el que bordea la riera de Merlès, parecen especialmente diseñados para recorrerlos poco a poco, pues nos invitan a disfrutar de un paisaje que siempre nos cautivará, y donde podremos admirar desde las tonalidades del verde en la primavera hasta los matices del rojo en el otoño.
El pueblo de Borredà tiene sus orígenes en la iglesia parroquial de Santa Maria, edificada en el año 856, propiedad del conde Guifré el Pelós, que la cedió al monasterio de Santa Maria de Ripoll. Creció a la sombra de su iglesia y alrededor de un hostal que acogía a los caminantes y peregrinos que viajaban por el camino real de Berga a Ripoll. Su economía basada en un principio en la agricultura y la ganadería, tuvo posteriormente su principal fuente de desarrollo alrededor de una importante y rica industria textil relacionada con la lana. En los últimos tiempos, y sobre todo después de la crisis del siglo XIX, sus vecinos han centrado sus esfuerzos en conservar su patrimonio más querido: las costumbres, la historia, la arquitectura y el entorno natural.